sábado, 24 de octubre de 2009

RECUERDO DE MI PRIMERA COMUNION

Recuerdo de mi primera comunión que no pude dormir en toda la noche repasando mentalmente el texto que tenía que decir con la ofrenda del catecismo y ansioso por ponerme el traje de marinerito, el traje era de mi primo y los pantalones me estaban un poco largos pero a mí ir de grumete me hacia mas ilusión que al hijo de chanquete.

Todo iba bien hasta que subiendo al altar me pise el pantalón por detrás y tras trompicar un poco y agarrarme sin éxito a la chamarreta del niño que tenía al lado me pegue un majazo por la escalerita del altar que casi me parto la boca en un escalón y en la segunda vuelta para abajo llegó el catecismo de la ofrenda a la tercera fila. Don Diego Capado me dijo -Venga turista no pasa nada, levántate y anda y yo lo mire de rodillas y le dije cuando encuentre el catecismo me levantaré o ¿quieres que te ofrezca en su lugar la sangre de una virgen?. Cuando me levanté tenía un agujero en el pantalón en las rodillas y a mi madre casi le da un jamacuco en el banco por que tenía que volver a ponérmelo con un parchecito para el corpus y por que ahora mas que un marinerito parecía un naufrago.

Me sacudí las rodillas, cogí lo que quedaba del catecismo, recogí el otro librito que trae un cierrecito dorado que también se cayó, deslié todos los nudos del cordoncito de la medallita y me la puse como pude entre las manos y así subí las escaleras hasta mi sitio, el resto de ceremonia fue medio bien canté la canción de “la espiga dorada por el sol”, la de “vamos caminando al encuentro del señor” no la canté por que no tenía yo la rodilla para caminar mucho.

Cuando llegó el momento hice mi ofrenda del catecismo entre el murmullo y la risa de la gente, el marido de mi catequista en la primera fila no paraba de reírse y puedo asegurar que yo iba libre de pecado por que si llego a tener una piedra en el bolsillo hubiese sido yo el que tiró la primera piedra dándole un peñascaso en la cabeza al marido de mi catequista, de milagro no le tiré el catecismo a la cabeza desde el atril, no lo hice por no ir a recogerlo otra vez a la tercera fila. Por que loscabrones podían haberme creado un trauma, pero yo solo no volví a coger un catecismo en mi vida. Mi madre rezaba en el banco de rodillas rogando para que no me tranbucara con el texto de la ofrenda y así fue lo solté del tirón, alto y claro.

Llegó el momento de la comunión, todos los niños fueron pasando –El cuerpo de cristo, -Amen, -El cuerpo de cristo . –Amen ...y cuando llegó a mí Don Diego se acordaría que yo ya llevaba una ostia dada y se quedó parado como meditando, yo esperaba con la lengua fuera e intentando llamar su atención -ahhh ahhh, on iego, on iego, ehh ehh, él volvió en sí y en lugar de depositármela suavemente en la boca, me la tiró para dentro como si fuese un disco de la playa, hizo un giro de muñeca y la tiro dando vueltas girando girando hasta que me la empotró en la campañilla donde se quedó pegada, a mí me entró fatiga y empecé arrrrggggggggggg, arrrrrrgggggggggggggg, bgrruauaaaaaaaaa guuurrruaaaaaaaaaaaaaa, y así me fui para mi sitio tosiendo, garraspeando y dándome arcadas. El resto de la comunión yo aprovechaba cuando los demás cantaban para garraspear y toser y de vez en cuando soltar alguna arcada donde casi echo las asauras para ver si conseguía soltarmela de la campanilla, hasta que ya al final creo que excomulgé por que en una tos vi caer lo que quedaba de ella al suelo, con lo que después de todo creo que realmente no llegue ni a hacer la comunión o si la hice no fue por mas de diez minutos.

Cojeando con la rodilla to zollá y con los ojos rojos y llorosos de los intentos de vomitar fui a ver a mi catequista que esperaba en un banco, le dije – Doña María, es la peor ostia que me han dado en mi vida, pero esta no es nada para la que mi padre le va a dar al babieca ese dije mirando al marido, a los dos segundos me giro y veo como un niño se va alejando con lo que quedaba de mi comunión en las suela del zapato pegada, este hecho pudo haberme traumatizado también pero en lugar de eso solo intenté que no volvieran a darme una ostia nunca más.

Decir de las catequesis que lo mas interesante eran nuestros enfrentamientos con el tema del sexo doña María me decía que si nos masturbábamos nos saldrían granos, yo le respondí que eso era imposible que si fuese así yo mismamente sería un grano, con lo que no le quedó mas remedio llamar al cura y este me dijo que si me masturbaba me quedaría ciego y yo contesté que yo seguiría por lo menos por lo menos hasta que me pusieran gafas. Hoy en día si que está el tema complicado siempre se ha dicho lo de llegar virgen al matrimonio pero tal como está la cosa habrá que pedir y conformarse con que lleguen virgen a la primera comunión.

De la celebración me acuerdo lo bien que lo teníamos estudiado mi madre y yo, si te da de regalo 1000 pesetas una estampita, 2000ptas una afotito, y si te daba 5000ptas podías darle hasta una mamadita si hacia falta, me regalaron un montón de cosas repetidas, tres o cuatro figuritas de porcelana con forma de paloma que decían “ En el día de tu primera comunión vendrán a verte Paz, Esperanza y Consuelo”, Vaya mierda pensé yo si por lo menos estuvieran buenas y vinieran las tres juntas a hacerme un favor. También me regalaron un montón de bolis y plumas en estuchitos, terminé con mas plumas que Boris Izaguirre, un libro grande donde yo apuntaba lo que me regalaban cada uno: tita josefita - otra mierda de boli, etc

Algunas veces mi madre se saltaba el protocolo previamente establecido y me decía dale a la tita josefita una fotito y yo que no mama que ma regalao un boli, y mi madre es igual daselo, -y yo mama ¿aunque el boli sea bic? , le di la afotito y le dije -si no llega a ser por mi madre tú te vas con una mierda de estampita y ella me dijo que pa mierda el jamón que le había puesto, que no es que fuera blanco, ni blanco nuclear el jamón era albino y el espectáculo que habíamos dao en la iglesia no me merecía mas que el PUTO boli bic.

1 comentario:

  1. jajajjajaja
    creo que yo también hice la comunión sólo durante unos minutos ...

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