miércoles, 30 de diciembre de 2009

EL ARTE

Yo siempre he tenido con el arte una relación de amor-odio, a mi me gusta él pero yo siento que él me odia a mí.


La primera vez que descubrí mi vocación por el arte tenía unos 4 años, cuando al estar meando desde lo alto de un poyete dibuje en el suelo con el chorrito algo parecido a un circulito, cierto es que en el intento me meé to los zapatos y la mitad de los pantalones, pero al terminar me quedé mirando fijamente aquel dibujo y dije: -Esto es arte, a lo que mi madre contesto -Que coño arte, esto es me-arte so atontado.

Mi madre se dio cuenta de que no podría vivir de mi vocación del arte a muy temprana edad, cuando yo tendría cinco años, en una exposición que se hizo en mi colegio con los dibujos de todos los niños, la pobre pensaba que tenía un picasso y emocionada fue a ver la exposición de los dibujos de su pequeño.

- ¿Cual es el tuyo? ¿ese?

-No mama

-¿Ese?, decía señalando a una casita.

-No mama

-Es ese, ese de allí, le decía yo ilusionado, saltando y señalando con el dedo hacia un dibujo donde habían un montón de gente apelotonada, mi madre mientras se acercaba le iba cambiando la cara, ella me decía -ese no es el tuyo, y yo -que si, y ella -te estoy diciendo que no, - baich baich, me decía empujándome, anda sigue y no te pares ahí delante que se van a dar cuenta, mientras andaba yo miraba atrás viendo alejarse poco a poco mi dibujo, hasta que mi madre me cogió, me miró a los ojos y me dijo -escúchame ese no es tu dibujo y no volveremos a hablar mas de este asunto.

Ella tardó diez años en volver a hablar de aquel incidente sin que le dieran convulsiones y echara espuma por la boca y otros diez en contarme que es lo que parecía aquel intento mío por dibujar un circo. Un día me cogió y me dijo -bueno ha llegado el momento de que sepas lo que dibujaste aquello era una polla enorme con mas detalles que un Velásquez.

Mi lucha continuaría diariamente con los rotuladores cariocas y con los putos rotrings, pero fui saliendo del paso con la imaginación y el ingenio. Recuerdo una vez que hubo que dibujar un barco en el colegio y yo solo dibuje el mar, que eso si que me salía bien. La profesora me preguntó -¿y el barco?. – se ha hundido, le respondí. Ha venido una tormenta y se lo ha llevado al fondo, y es una pena porque tenía cañones y un tuerto subido a lo alto de la vela, los niños salieron corriendo a ver mi dibujo y todos exclamaban que chulo, que chulo tu barco. -¿y tiene uno con la pata de palo?, si respondí yo, - ¿y una princesita? añadió la niña de las coletas, - Está abajo amarrada en la bodega, - Es el mejor barco que he visto en mi vida, añadió doña Clotilde con lágrimas en los ojos al ver aquel gesto de ingenuidad infantil.

A los 18 en la facultad decidí cambiar de palo y dedicarme a la música y me puse a componer una canción, busqué un tema para la letra y claro en aquella época solo me venía a la cabeza el sexo, así que escribiría una canción sobre mi vida sexual. El resultado está claro una instrumental, es triste pero es así, la canción que hablaría de mi vida sexual era una instrumental que podría tocarse con un único instrumento. Últimamente me estoy quitando de todo lo demás y me he dedicado a la escritura y he retomado el mismo tema, estoy escribiendo un libro sobre mi vida sexual y mis experiencias y la verdad que se está escribiendo muy ligerito ya llevo escritas 35 páginas en blanco.

Mi relación particular con la pintura la estoy viendo últimamente con mi hija, que tiene dos añitos, me dice papi pintame en la pizarra a Peter Pan, yo lo intento pero no cuela, mi hija lo mira y me dice papi eso es un pajarito, me acerco y digo ostias si es verdad es un pájaro, acto seguido Coge la plastilina y me dice -hazme un perro, y yo le hago un perro pero la niña empieza a llorar diciendo un dinosaurio nooooo, te he dicho un perro y mi mujer riñendome -¿por que eres así y la haces rabiar coño?, no te ha dicho un perro pues hazle un perro y no un dinosaurio y si te dice peter pan no le hagas un pajaro, - por lo menos vuela también le dije yo, pero así es como se llevaron las dos una semana sin hablarme.

El año pasado en París, estaba en el Louvre frente a la Gioconda de Da Vinci, un poco apartado de la aglomeración de japoneses y del resto de turistas y me quedé mirando fijamente el cuadro, intentando encontrar el sentido a la sonrisa de la Monalisa y ahí lo entendí todo, se estaba riendo de los 200 gilipollas que tenía delante intentando saber de que se reía, y al darme cuenta produjo en mi rostro esa misma sonrisa tierna, cómica y melancólica, y comprendí lo que era el arte, provocar el mismo sentimiento en el espectador.

Y a todo esto, no sé si seré un artista pero es la misma sonrisa que tienes en tu cara desde que empezaste a leer esto.

3 comentarios:

  1. Arte conceptual, sin duda eres un artista.

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  2. llegaste a la misma conclusión que yo con la gioconda ...

    Feliz año!

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  3. Genial. Qué buen ratillo se echa leyendo estas historietas.

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