viernes, 13 de noviembre de 2009

EL GIMNASIO

Ayer fui al Gimnasio y nada mas entrar allí estaba mi compañera de trabajo calentando y esperándome, me ve y me dice no tenias un chándal mas ajustado, es que me he metido unos calcetines para abultar, anda tira que la clase está a punto de empezar. Entramos los dos en una clase de JUST PUMP, es como el aeróbic pero con pesas, había unas 20 mujeres y yo, coge tu esa de ahí me dijo la monitora. – Esaaa? No no no aquí discriminación por sexo ninguna a mi me tratas tu igual que a cualquier mujer de aquí. Yo soy una mas. – Es difícil que te considere una tía con el chándal ese que llevas, acto seguido las 20 se giraron a mirarme el paquete.

Todo iba relativamente bien hasta que la monitora dijo que teníamos que hacer unas cinco flexiones, las dos primeras las hice medio bien pero a la tercera como el suelo estaba sudado y resbaladizo se me resbalaron las manos hacia los lados y di con la barbilla en el suelo, fue como Bambi recién nacido que se le iban las patitas para los lados y no se aguantaba de pie, con lo que tuve que parar por que estaba sangrando por la boca, fui y me enjuagué dos veces con agua y cuando entré todas se estaban riendo, como no podía hablar por que todavía no se hacerlo sin dientes, solo levante el dedo corazón e hice un giro para que ninguna se quedara sin su parte.

El siguiente ejercicio eran abdominales y me toco con la macizorra de la clase, ella me aguantaba los pies en cuclillas mientras yo me echaba patrás y palante, cada vez que me levantaba le veía el escote a la chica y claro a la cuarta vez ya la tenía mirando para el techo, con el chándal tan ajustado aquello no había quien lo disimulase, otra vez se volvió a parar la clase todas partidas de risa, la profesora me dijo y ahora que ha pasao y yo le dije joder es que me has puesto a la que está mas buena, podías haberme puesto encima a aquella le dije señalando a la gorda del bigote.

Tras todos estos incidentes salí de allí con las piernas todavía temblonas y a lo Bambi me dirigí al mostrador y le dije que me desapunto, que uno viene al gimnasio a oler a testosterona, anabolizantes, a tíos sudaos y a nabos joder, y no a seguir aguantando a tías y sus sonrisas sarcásticas.

Desde ahora las únicas agujetas que volveré a tener será en el hígado los domingos por la mañana por que yo soy de deportes como el alzamiento de codo en barra fija. Zapatitos a tus zapatos.

1 comentario:

  1. Ejemm...
    Las mujeres nos aguantamos por si solas :-)
    por si no lo sabías.
    :) La solución habría sido llevar un pantalón menos ajustado.
    :-) Un saludo.

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